Los habitantes de las montañas Pamir, Tayikistán, y el acceso a fuentes de energía.
Transcripción del video
Esto es la ONU en acción.
En el altiplano de las montañas Pamir, en Tayikistán, este pequeño arbusto llamado Teresken ha sobrevivido siglos de inviernos y veranos extremos.
Hudodod Agnaxarov es un experto del instituto biológico Pamir.
Experto: El Teresken es muy importante, primero como pienso, segundo, evita la degradación de los pastizales, si destruimos el Teresken, habrá desertificación.
Pero este arbusto quebradizo es una de las únicas fuentes de energía de la que dispone las gentes de las aldeas vecinas, después de la caída de la Unión Soviética, en el poblado de Murgav en Tayikistán ha aumentado la pobreza y hay una escasez severa de energía.
Korosaev y sus vecinos pusieron dinero para la gasolina con el fin de ir a la montaña para recoger Teresken
Poblador: Quienes escaban bien pueden llevar hasta cinco ases. Es muy pesado y es muy difícil llevarlo al camión. Me duelen los riñones los días que trabajamos en esto, es imposible acostarme, tengo dolor hasta el día siguiente, pero si no venimos nos moriríamos de hambre, tenemos que alimentar a nuestros hijos de cualquier manera, he estado muy agotado durante los últimos quince años. No vendríamos si tuviéramos, carbón, electricidad y todo lo demás.
Según los expertos ya han sido destruidas cerca de 1200 hectáreas en los Pamires orientales.
Profesor Agnasarov: estamos estudiando cuánto territorio se podría utilizar para la ganadería a fin de detener su degradación.
El profesor Agnasarov trabaja con Palm el proyecto de gestión de tierra Pamir - Alai por el fondo para le medio ambiente mundial y el programa de la ONU para el medio ambiente. La Universidad de Naciones Unidas lo coordina para promover soluciones a largo plazo. Se alienta a los aldeanos a que dejen semillas del Teresken para que germinen luego de la cosecha. PAM también apoya investigaciones sobre gestión sostenida de piensos, gestión sostenida de pastizales y fuentes de energías renovables.
Poblador: ciertamente este es nuestro regalo de la naturaleza.
Volovkev administra las instalaciones de manantiales, dice que la gente de aquí ha comenzado a aprovechar la calefacción geotermal.
Volovkev: Los manantiales están a 380 metros de aquí, la temperatura del agua es casi de noventa grados. Con este sistema de tuberías se caliente todo, las casas, las yurtas, y también ambos invernaderos. Estos invernaderos nos dan alimento y en invierno nos calientan. Aquí la temperatura cae a 37 o 28 grados bajo cero, el lecho del cuarto puede estar entre 18 y 20 grados.
Al avecinarse inviernos severos, algunos segadores de Teresken continúan vendiéndolo a un dólar por as. Es vital suministrar fuentes de energías alternativas a las gentes de la montaña Pamir para reducir su dependencia del Teresken, ayudarlos a recuperar la sostenibilidad de sus tierras y volver a días mejores.