Hacia la construcción del edificio
El Palacio es resultado de un proceso que se inicia con un concurso público de edificación en 1903, que fue finalmente otorgado al arquitecto italiano Víctor Meano.
La convocatoria tuvo gran repercusión en el continente europeo y americano, y se presentaron más de 30 proyectistas.
El primer puesto se declaró desierto y en el segundo se adjudicaron dos premios.
Entre estos, el de Meano, a quien se designó la ejecución,
decisión desconocida por el beneficiario, que muere sorpresivamente en 1904.