Sorpresa del trigo es una obra pintada en 1936 por la artista Maruja Mallo
Actualmente, se encuentra en una colección particular en la galería Guillermo de Osma donde hay una gran cantidad de obras del artista
Maruja Mallo, nacida en Lugo, fue una pintura surrealista perteneciente a la generación del 27, fue uno de los espíritus más libres y excéntricos de los que consiguieron transformar el papel de la mujer. Fue una de las fundadoras de las sin sombrero, un grupo de mujeres que recibió este nombre por sacarse el sombrero como gesto de rebeldía ante una sociedad que no reconocía sus méritos.
En sus obras iniciales recreaba escenas populares y realistas, de aquí pasa a pinturas sombrías que reflexionan sobre lo putrefacto y
aterriza en el surrealismo más sorprendente que marcará para siempre su producción y su propia existencia
Los artistas que más influyeron en su obra fueron Dalí con su surrealismo y André Breton, a quien conoció en un viaje a París
De todas sus obras destacamos “Sorpresa del trigo” en ella se puede ver en primer plano a una mujer con la mirada perdida
levantando las manos de los dedos, de una de sus manos salen unas espigas y en la palma de la otra hay unos pequeños brotes. La obra es surrealista, ya que se trata de una figura de una mujer algo deformada, con las manos muy grandes y geométricas.
“Sorpresa del trigo” es la primera obra de una serie de siete lienzos que tituló la religión del trabajo.
En la obra Maruja Mallo muestra a Demeter, diosa griega de la agricultura con unos colores marrones representando la Tierra. Según la propia Maruja Mallo, quiso pintar la manifestación del primero de mayo de 1936 cuando vio alzarse entre la multitud un brazo sosteniendo una barra de pan que le recordó a una consagración eucarística proletaria
No sabemos si la intención de Maruja con esta obra era sólo reivindicativa o también buscaba la parte onírica, en cualquier caso en esta y en sus demás obras queda patente su maravilloso talento único e irrepetible
Al final de su vida, Maruja Mallo se interesó por el Pop Art debido a su exilio en Nueva York, donde pudo conocer a Andy Warhol, un gran referente de este estilo