La palabra teatro deriva del griego "theatron" y significa "lugar donde se mira" o "lo que se mira".
El teatro surgió como culto al dios griego Dionisos y consistía en danzas y bailes a cargo de un coro.
Fue con ese fin que se construyeron los primeros teatros y los actores cubrían sus rostros con máscaras o barro como parte del ritual.
Posteriormente, estas representaciones dejaron de tener un fin religioso para ganar espacio en fiestas, siendo una de las diversiones más populares.
En la antigüedad los actores no usaban vestuario y con la máscara representaban a su personaje.
Ellos se colocaban máscaras de ancianos, jóvenes, mujeres, dependiendo del papel que interpretaran, e incluso se las cambiaban cuando se pasaba de una situación de alegría a una triste.
Aunque también están quienes dicen que el verdadero origen del teatro tiene que ver con una derivación de las danzas mágicas o conjuros pantomímicos realizados por los brujos, magos y sacerdotes de las tribus, que buscaban ahuyentar a los malos espíritus o agradar a sus dioses.