Mira y analiza las siguientes explicaciones, sobre los usos y aplicaciones de la tilde diacrítica; es decir, qué pasa cuando se usa y cuando no:
¿“el” y “él”?
Él (con tilde) se escribe cuando nos encontramos con un pronombre personal.
Él fue al cine.
El (sin tilde) se escribe cuando se trata de un artículo.
El molino estaba lejos.
¿“tu” y “tú”?
Tú (con tilde) se escribe cuando nos encontramos con un pronombre personal.
Tú ganarás.
Tu (sin tilde) se escribe cuando se trata de un adjetivo de posesión.
Tu coche es rojo.
¿“mi” y "mí"?
Mí (con tilde) cuando es pronombre personal.
A mí me gustan las mandarinas.
Mi (sin tilde) cuando es un adjetivo posesivo.
Mi estantería está llena de libros.
¿“se” y "sé"?
Sé (con tilde) si se trata del verbo ser o saber.
Ya sé que vendrás.
Se (sin tilde) cuando es pronombre.
Se calló.
¿“si” y "sí"?
Sí (con tilde) cuando se trata de una afirmación.
Sí, te lo prometo.
Si (sin tilde) cuando es condicional.
Si participas, podrás ganar el viaje.
¿“de” y "dé"?
Dé (con tilde) cuando hablamos del verbo “dar”.
Espero que nos dé lo que nos prometió.
De (sin tilde) cuando es preposición.
Es el padre de la novia.
¿“te” y "té"?
Té (con tilde) cuando hablamos de la infusión.
Tomamos un té.
Te (sin tilde) cuando es pronombre.
Te lo daré.
¿“mas” y "más"?
Más (con tilde) cuando es adverbio de cantidad.
Dame más de eso.
Mas (sin tilde) cuando significa “pero”.
Entramos, mas había terminado.