La gestión de residuos, referidos estrictamente a los domiciliarios, es un esfuerzo por reducir efectos perjudiciales en la salud humana, la estética del entorno y, sobre todo, el medio ambiente.
En este sentido, existe una regla general universal: la solución empieza por casa.
Sobre todo en atender los hábitos de consumo y tratamiento de los residuos.
Es decir, desarrollando hábitos que sean más sustentables con el medio ambiente y específicamente dar prioridad a la reducción en el volumen de residuos generados.
Nos referimos a las 3 R.