Como se puede observar en la imagen del ciclo del carbono, no todos los átomos de carbono están en constante movimiento dentro del ciclo del carbono.
El carbono puede ser almacenado en los árboles, productos de madera, en combustibles fósiles, o en otros depósitos llamados “sumideros”.
Eventualmente, cuando un árbol muere o si se queman los productos o combustibles, entonces se liberan los átomos de carbono. Entonces, nuevamente estos se vuelven una parte activa del ciclo.
Los bosques desempeñan una parte importante dentro del ciclo del carbono.
Ellos absorben el dióxido de carbono durante la fotosíntesis, y almacenan el carbono en sus troncos, ramas y raíces.
Tanto los árboles como los productos de madera pueden continuar almacenando este carbono en tanto permanezcan intactos por años.