¿Por dónde empezar?
Antes de empezar a pensar en la parte técnica de una infografía es importante plantearla de forma correcta, adaptándola a sus destinatarios y creando así un esquema que permita plasmar la información de la forma más ordenada y coherente posible.
Así, se debe empezar pensando en el planteamiento u objetivo, qué se quiere comunicar y qué información disponible existe para ello. Es el momento de recopilar datos acerca del tema que se va a tratar.
Con la información recopilada, sea a través de una investigación primaria (por ejemplo, encuestas) o secundaria (información ya elaborada), se pueden empezar a hacer los primeros bocetos de la infografía.