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Un poco de historia ...

 

El primer registro de un cuadrado mágico que aparece en la historia es en China alrededor del año 2.200 a.C. Se llama el "lo-shu" y cuenta una leyenda que el emperador Yu lo vio inscrito en el caparazón de una tortuga en las orillas del río Amarillo y que mandó copiarlo en una tablilla de barro inmediatamente.
Desde entonces, se le atribuyeron a este cuadrado propiedades religiosas y mágicas que servían en la astrología y en la predicción del futuro.

En occidente, los cuadrados mágicos aparecen por primera vez en el año 130 d.C. en los trabajos de un astrónomo griego llamado Teón de Smyrna. Más tarde, alrededor del 1.300 d.C., los cuadrados mágicos eran ya conocidos por toda Europa. Los astrólogos y médicos medievales los usaban con mucha frecuencia para predecir el futuro, curar enfermedades y como amuletos para prevenir plagas y maleficios; inclusive en algunas cortes europeas los platos para comer llevaban inscritos cuadrados mágicos para prevenir a los comensales de posibles envenenamientos.

En el renacimiento, los cuadrados mágicos empezaron a estudiarse desde el punto de vista matemático y varios científicos y artistas los usaron como ilustraciones para sus obras.

Con el paso del tiempo científicos y matemáticos estudiaron sus propiedades matemáticas. Benjamín Franklin dedicó mucho tiempo a estudiar y crear cuadrados mágicos.

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