En seres vivos más sencillos, como la lombriz, la respiración se da a través de la piel.
Esta membrana permeable trabaja para que el aire se disuelva en el agua que humedece su piel y pasa a través de esta ingresando al organismo.
La piel de estos animales tiene características muy particulares, cuenta con glándulas que la humedecen permanentemente y además contiene una enorme cantidad de vasos sanguíneos.