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"Top secret"

 

Entre espías y espiados

La expedición, que fue preparada en secreto, estaba equipada con tres pequeñas carabelas y setenta marineros.

Espía

El monopolio del comercio con Oriente estaba en manos de la corona portuguesa, que temía perderlo en favor de los españoles, y por ese motivo desarrollaba una enorme tarea de espionaje en todos los puertos que su rival pudiera utilizar para enviar expediciones.

Descubierta la proximidad de la partida de Díaz de Solís, los portugueses intentaron sabotear los tres barcos, pero fallaron.

Así, el explorador partió el 8 de octubre de 1515 en el que sería su último viaje, en la búsqueda del pasaje transoceánico.

En caso de encontrarlo, planeaba atravesar el Pacífico hasta alcanzar el Extremo Oriente.