El hormigón armado comenzó a utilizarse en Uruguay en las primeras décadas del siglo XX.
Las ventaja principal que presento el hormigón armado con respecto a otros sistemas constructivos existentes fue la posibilidad de soportar mayores cargas o pesos debido a la combinación del hormigón con varillas de hierro, lo que implicó a partir de ese momento realizar edificios de mayor altura.
Las primeras obras realizadas:
El Palacio Salvo - 1928
El Palacio Salvo ubicado en la ciudad de Montevideo.
Inició su construcción el Arq. Mario Palanti en 1922.
Al momento de su inauguración, con sus 120 metros de altura se convirtió en el rascacielos más alto de Sudamérica en hormigón armado.