La Luna tiene muchos cráteres. Los cráteres se forman cuando un objeto espacial, como un asteroide, un cometa o un meteorito la golpea.
La Luna tiene montañas. A diferencia de las montañas de la Tierra, las tierras altas de la Luna no tienen pliegues afilados en sus cordilleras. Las tierras altas tienen perfiles bajos y redondeados que se asemejan a las montañas más antiguas y erosionadas de la Tierra.
En la Luna no hay mares de agua, pero se denomina mares lunares a las planicies extensas, oscuras y basálticas de la superficie lunar que los primeros astrónomos confundieron visualmente con auténticos mares.