Los barcos ya no dependerán del viento para su desplazamiento.

- Antes del siglo XIX, la larga tradición naval europea se había sustentado sobre el control de los vientos como medio de propulsión y la seguridad más que por la velocidad en el mar. Previamente, si no había mucho viento o este “soplaba” hacia el lado contrario, complicaba la navegabilidad.

Se ganó velocidad en los transportes marítimos.

- No sucedió al comienzo, pero con el paso del tiempo y el perfeccionamiento se fue ganando en velocidad.

Los barcos empezaron a ser más lindos.

- Puede que sí o puede que no, la máquina a vapor no incidió en ese aspecto.

Viajar en barco fue más cómodo.

- Realmente sucedió lo contrario; dada la necesidad de mantener calderas y otros “motores” andando, las bodegas y otros espacios del barco se llenaban de maderas u otros materiales, lo que reducía el espacio para equipaje y gente.

Estas son algunas de las ventajas que significó la adopción de la máquina a vapor como motor de un barco.

El barco a vapor constaba elementalmente de una caldera de vapor, de una turbina de vapor o máquina de vapor y de un condensador refrigerado por agua. La transmisión se consigue con un cigüeñal en las máquinas de vapor o con una caja reductora en el caso de usar turbinas.

Su aparición supuso toda una revolución en la navegación marítima mundial, ya que no dependían tanto de los vientos y corrientes.