Técnica de vidrio soplado
Si te dijéramos que para obtener el vidrio es necesario un soplido, ¿lo creerías?
Pues sí. Para obtener vidrio se necesita materia prima, una muy alta temperatura y un soplido.
Te invitamos a observar el presente video para conocer el complejo proceso de producción de los vidrios que nos rodean.
Transcripción del video
Antes de que el vidrio hecho a máquina se convirtiese en algo común en los años 20, el cristal para ventanas se hacía soplado y de forma artesanal. Pero... cómo se hace el vidrio soplado? En este taller las láminas de cristal se hacen para una amplia gama de aplicaciones, desde paneles iluminados contemporáneos, a láminas de cristal para ventanas, jarrones o copas de cristal.
El proceso de fabricación de vidrio es realizado por un equipo de artesanos que incluye: un iniciador, un maestro soplador y un ayudante.
Se empieza introduciendo el extremo de una caña en el horno en el que se ha fundido arena de sílice y otros materiales como carbonato sódico y piedra caliza. Estos tres minerales son los ingredientes principales del vidrio normal. También añaden óxido de plomo, ya que es lo que convierte el vidrio común en cristal.
Una pequeña cantidad de cristal fundido se retira del horno y se gira en un molde de madera forrado con papel grueso para suavizar la superficie.
Se introduce una aguja de metal por la caña hasta el cristal, para crear una vía por la que meter el aire. El operario vuelve al horno por más cristal fundido.
Es demasiado difícil trabajar una gran cantidad de cristal de una vez, así que el proceso se divide en varias etapas.
Ahora se le da forma con un molde grande. Una vez tomada la forma con una pieza parecida a una horquilla, se empuja el cristal hacia el extremo de la caña para prepararlo para el soplado. El iniciador gira el cristal en un gran molde forrado de papel, para redondear una vez que el cristal fundido se retira del horno se enfría enseguida, si baja de los 700 grados ya no se puede trabajar con él;así que el equipo debe trabajar rápido y recalentar varias veces el cristal. Otro ayudante lubrica la caña para que gire fácilmente sobre el soporte. El iniciador, ahora se la pasa al maestro soplador que gira la caña para enderezar y centrar el cristal. Empieza a girar y a soplar por la caña inflándolo progresivamente. Esto requiere una gran habilidad y fortaleza física. La caña y el cristal pueden llegar a pesar hasta 14 kilos y el cristal ahora se recalienta en un horno menor.
Trabajar y girar el cristal boca abajo permite que la gravedad alargue su forma.
Los siguientes pasos transforman el globo de cristal en un cilindro, el extremo se calienta primero antes de ablandarlo con un quemador. Después toda la estructura se recalienta, lo que expande el aire de su interior y abre el extremo ablandado.
Después se apoya un hierro frío metálico contra el otro extremo del cristal caliente y el choque térmico provoca una rotura limpia que libera el cilindro del cristal de la caña y el cilindro se abre a lo largo con un cortador, antes de pasar al aplanado que transformará el cilindro en una lámina de cristal.
Al estar cortado se coloca en un horno 30 minutos para ablandarlo, después con una vara se abre despacio el cilindro por la línea de corte. Los 450 grados centígrados aseguran que el vidrio se estire.
Una vez que el cilindro se ha abierto del todo, el cristal se alisa con una herramienta de madera. La lámina de cristal pasa a un horno de recocido para un enfriado gradual que libera la tensión que podría fracturarla.
Una vez fría se comprueba visualmente su calidad.
El último paso es recortar los bordes para que queden rectos.
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La caña del vidriero es un tubo de 1.5 metros de longitud por la que se sopla aire formando una burbuja , la cual es modelada con las manos protegidas o empleando una varilla y otras herramientas como pinzas, tijeras y paletas de madera.