Preservar los recursos naturales
El derecho a un ambiente sano depende de la conservación y manejo responsable de los recursos naturales.
El deterioro ambiental generado por la contaminación, la deforestación, y el cambio climático amenaza la biodiversidad y pone en riesgo los ecosistemas que sostienen la vida.
Los recursos naturales como el agua potable, el aire limpio y los suelos fértiles, son esenciales para garantizar la calidad de vida presente y futura.
Preservar estos recursos no es solo una cuestión de ética, sino de supervivencia.
Los desequilibrios ecológicos provocados por la sobreexplotación y la falta de medidas de protección generan consecuencias a nivel global, como la intensificación de fenómenos meteorológicos extremos y la pérdida de especies.
Por lo tanto, es fundamental fomentar una cultura de respeto y cuidado hacia el ambiente, reconociendo que la salud del planeta está directamente relacionada con los derechos fundamentales de los seres humanos.