Durante una clase la profesora insiste en la necesidad de cuidar los datos personales.
Neto se imagina a sí mismo defendiendo frente a los piratas un cofre que contiene datos personales, que son tan preciados como un tesoro, mientras navega por los mares junto a Reda, su compañera de aventuras.
Cuando ven a los piratas acercándose, activan las armas defensivas de que disponen, que son cañones cuyos nombres son software con fines de seguridad (cortafuegos, antivirus).