Transcripción del audio
La vida y obra de este artista están tan íntimamente ligadas, es imposible separarlas. Se puede decir que el hombre y su obra, se han fundido tal como la amalgama en el bronce de sus esculturas.
Nacido en Montevideo, Uruguay, hijo de un humilde inmigrante suizo, proveniente de Lugano, y de una vasca española, habrá de convertirse con el tiempo, en artista venerado en su país de nacimiento, y respetado en el mundo entero.
A los 8 años de edad a raíz de la separación de sus padres viaja con su padre a Lugano, Suiza, donde se radicará hasta hacerse adulto.
El día de su arribo a Lugano, coincide con la conmoción causada en todo el país por la muerte del gran escultor Suizo Vincenzo Véla. Dicen los allegados que seguramente este hecho le influyó en su deseo de convertirse con el tiempo, en un hombre querido y respetado como aquel escultor. Seguramente la genética aportó lo suyo y la educación que recibió en talleres y de parte de su padre. En Europa se formó con excelentes maestros que tuvo en Lugano a temprana edad, frecuentó afamadas academias del viejo continente, desde jóven ya anunciaba el gran escultor en que habría de convertirse.
El escultor Luigi Vassalli es considerado su maestro y mentor, que le vió condiciones naturales para el oficio desde niño y por tanto le tomó como aprendiz en su taller.
En Suiza, dejará su obra de juventud. En Uruguay inmortalizará el recuerdo permanente de su querida Suiza, en el bello monumento a “Guillermo Tell”.
De vuelta a su País natal, trabajará incansablemente; como docente en distintas disciplinas, como pintor al óleo y al fresco, pero indudablemente es en su escultura, donde logrará trascender en forma superlativa.
Su obra escultórica es abrumadora en cantidad y calidad. Algunos de sus monumentos más conocidos son: “La Carreta”, “La Diligencia”, “Rodó”, “La ornamentación del Palacio Legislativo”, “Las cinco monumentales figuras que coronan la parte superior de la fachada de la Catedral de Montevideo, así como su Tímpano Central”, o “El Entrevero”.
Será su obra menor la que hará conocer la cultura uruguaya en el mundo entero, originales o calcos de las mismas se encuentran en innumerables países.
Para tener idea cabal del hombre y del artista, digamos que como hombre creía por sobre todo en la naturaleza, en los derechos del hombre, en la igualdad de géneros, de razas, y en un mundo mas equilibrado entre lo espiritual y lo material. Todo ello consiguió plasmarlo en su obra escultórica, por eso resulta difícil encasillarla en las corrientes habituales, digamos simplemente que es profunda conceptualmente, y naturalista en su ejecución.