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El ser humano como máquina

En nuestro cuerpo existen diferentes sistemas y estos realizan funciones distintas.

Por ejemplo, tu sistema digestivo es responsable de tomar y procesar los alimentos, mientras que tu sistema respiratorio que trabaja con el sistema circulatorio es responsable de tomar oxígeno y eliminar dióxido de carbono.

Los sistemas musculares y esqueléticos son cruciales para el movimiento, el sistema reproductor se encarga de la reproducción y el sistema excretor elimina desechos metabólicos.

Aquí te dejamos un video que ejemplifica como todos esto sistemas trabajan constantemente y en conjunto para realizar una acción, en este caso el deporte:

Transcripción del video

Seguramente has escuchado innumerables veces de los múltiples beneficios del deporte para mantener una vida sana, pero te has preguntado qué le ocurre a tu corazón, cerebro, pulmones e incluso al estómago durante el ejercicio? Partiendo en la cabeza, las células de tu cerebro comienzan a funcionar a un mayor nivel, ayudándote a estar más alerta durante el ejercicio y más enfocado luego de este. Cuando haces deporte en forma regular, se estimula la función de las células cerebrales y se generan cambios que te protegerán de enfermedades degenerativas como el Alzheimer y el Parkinson. En tu pecho tu frecuencia cardíaca aumenta para hacer circular más oxígeno y a mayor ritmo. Cuanto más ejercicio haces, más eficiente se vuelve el corazón en este proceso, incrementando hasta 20 veces el flujo sanguíneo por los capilares en tus músculos. Por otro lado, como necesitas hasta 15 veces más oxígeno, los músculos que rodean tus pulmones comienzan a moverse más rápido, por lo que tu respiración también se volverá más rápida y profunda. Como tu cuerpo está llevando más sangre a tus músculos, dejará de lado otras funciones no esenciales en el momento, como la digestión.

Mientras tanto, recurre a la glucosa, el azúcar que el cuerpo almacenado de los alimentos que comemos para obtener la energía necesaria para contraer los músculos y estimular el movimiento. Tus riñones optimizarán la reabsorción de agua para ayudarte a estar lo más hidratado posible y probablemente producirás menos orina. Esto ya que las glándulas sudoríparas de la piel producirán altas cantidades de sudor hasta 1,4 litros por hora para ayudarte a perder calor y enfriar tu cuerpo durante el ejercicio. Sin duda ha sido un duro entrenamiento, pero los beneficios para tu cuerpo y mente son incomparables.

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