Cada uno de los objetos existentes posee una cierta duración de tiempo. La duración puede ser mayor o menor dependiendo de los componentes que lo forman. A ese proceso de desintegración se le llama degradación. Veamos algunos ejemplos de cuánto tardan en degradarse algunos materiales: |
La característica de baja degradabilidad es una desventaja para el medio ambiente, ya que una vez desechados permanecen inalterables por mucho tiempo, afectando el entorno. Esto mismo sucede con el vidrio y los metales. |
Travesía ambiental: "los residuos, un problema de todos"