Transcripción del video
Hola, soy Rocío y hoy estoy con ustedes para que nos divirtamos un rato buscando las ciencias que hay detrás de la magia. Para ello les he preparado un experimento mágico que lleva por nombre Reflexión de la luz empleando un recipiente con agua. La idea es que podamos realizarlo juntos, empleando materiales que fácilmente podamos encontrar en otras casas. Veamos qué necesitaremos. Ahora que tenemos todo listo para la acción, vamos a ver cómo el agua puede convertirse en mago y hacernos un truco con un simple vaso de agua. Acompáñame. Necesitaremos un vaso recipiente de vidrio, preferiblemente de cristal, como este vaso que he encontrado en mi cocina. Agua y unos papeles en los que previamente hayamos dibujado unas flechas y unos peces de colores. También necesitaremos un recipiente o una superficie donde podremos fijar los papeles verticalmente para inmovilizarlos. Qué haremos es colocar el papel sobre el cual hemos dibujado las flechas de colores sobre una superficie en la que se pueda sostener verticalmente, tal y como lo estoy haciendo en este momento. Luego, colocaremos el vaso vacío frente al papel, siempre manteniendo una distancia considerable del mismo. Y observemos que sucede. Mantengamos siempre la tensión en la posición de las flechas.
Ahora, tenemos que que tenemos todo listo, vertimos el agua en el interior del recipiente y comencemos a ver qué pasa con las flechas. Las flechas han cambiado de sentido, pero en el papel se mantienen en su sentido original. Ahora, si repetimos esta experiencia, pero en lugar de flechas de colores con unos peces o un pez de color, podemos hacer de este vaso una pecera mágica en el que los peces ahora naden en sentido contrario. Luego de que hemos presenciado este fantástico acto de magia como buenos experimentadores, nos habremos hecho algunas preguntas. ¿Cómo ha ocurrido esto? ¿Cómo fue que el agua nos pudo jugar un truco y hacernos creer que el sentido de los objetos cambiaba aún cuando permanecían los dibujos inmóviles sobre el papel en la superficie que los colocamos inicialmente? Veamos entonces la magia que hay detrás de este mágico experimento. Entonces, la reflexión de la luz es la capacidad que tienen las luces de desviarse cuando pasan de un medio a otro. Y esto explica por qué los objetos cambiaron cuando llenamos el vaso con agua. Al principio, cuando el vaso se encontraba vacío, el láser luz solo debía atravesar el cristal, el interior del vaso ocupado por moléculas de aire.
Pero cuando el vaso se llenó de agua, ahora el láster luz se vio atravesar el cristal y el interior del vaso, ahora ocupado por moléculas de agua. Este cambio del medio hizo que el láser luz se experimentara un giro, dándonos entonces el efecto óptico del que los objetos cambiaran ahora su dirección. Otra experiencia alternativa de este experimento para comprender el fenómeno de reflexión consiste en colocar un lápiz sobre un vaso con agua. Veamos que les instalamos. Para armar esta mágica experiencia, necesitaremos un vaso transparente, un lápiz y agua. Comenzamos, entonces, llenando el recipiente hasta alcanzar un volumen que ocupe más o menos la mitad del mismo. Luego, introduciremos el lápiz de manera inclinada en el interior del recipiente. Una vez que tenemos ya todo listo, observamos frontalmente el vaso y vemos que lo que ha ocurrido aquí, el lápiz parece haberse quebrado. ¿Qué pasa ahora si en lugar de introducir completamente el lápiz en el agua, lo colocamos de forma inclinada justo detrás del cristal. Observamos que ahora el efecto es mucho más prominente. Esto se debe a que los rayos de luz que atraviesan también el cristal se concentran en un mismo punto, dado a que la superficie cómcada del cristal funciona como una luz.
Otra experiencia que podemos usar, empleando un vaso de cristal, es estudiar la deformación de un cuerpo. Por ejemplo, observen mi cara a través del cristal. A pesar de que se ve ancha a los lados del cristal, observamos que si vemos a través del mismo, mi cara parece haberse puesto más pequeña.