En el mundo se usan 500.000.000.000 de bolsas plásticas por año. Esto provoca que aproximadamente ocho millones de toneladas de plásticos terminan en los océanos.
Las bolsas de plástico están compuestas por sustancias derivadas del petróleo.
El petróleo es un recurso no renovable, costoso, cada vez más escaso y responsable de la emisión de gases de efecto invernadero, es decir, del cambio climático.
Al fabricar las mismas consumen grandes cantidades de energía.
La gran mayoría de ellas, acaban siendo desechadas, contaminando tanto las ciudades como los ecosistemas naturales ya que se acumulan en cualquier rincón y tarda demasiado tiempo en empezar a degradarse, incluso algunos materiales plásticos pueden permanecer siglos casi intactos, incluso hasta 500 años.
El impacto mayor se da en el mar, donde estas son peligrosas para la vida de los animales, como tortugas, ballenas o delfines, que mueren tras ingerirlas o enredarse en ellas.