En Uruguay se usaban alrededor de 400 bolsas por persona al año cuyo destino, generalmente, terminaban en el mar.
Estas no solo contaminan sino que perjudican a animales tan variados como moluscos, peces, tortugas marinas, mamíferos y aves, quienes confunden esta basura con alimentos o simplemente los comen de forma accidental.
Los desechos plásticos como las bolsas de nylon se han convertido en una de las mayores amenazas para la biodiversidad marina.
Los pronósticos dicen que en 2050 habrá en los océanos más plásticos que peces.
¿Qué hizo Uruguay para afrontar este gran problema?