La saliva.
¿Qué es la saliva?
Es una secreción que es sobre todo agua, pero no es solo eso.
Contiene además moco y lubrica los alimentos.
Además contiene una enzima digestiva muy importante: la amilasa salival.
Esta comienza la digestión del almidón.
La saliva en su mayoría es producida por tres pares de glándulas salivales.
- La glándula parótida,
- la glándula submandibular y
- la glándula sublingual.
La saliva es una heroína como decimos en esta sección porque hace muchas cosas por nosotros, por ejemplo:
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Lubricación: La saliva ayuda a lubricar la boca y facilita la masticación y la deglución de los alimentos, lo que facilita el proceso de digestión.
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Digestión inicial: La saliva contiene enzimas, como la amilasa salival, que comienza a descomponer los carbohidratos presentes en los alimentos, convirtiendo el almidón en azúcares más simples.
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Protección bucal: La saliva actúa como un enjuague natural, ayudando a mantener limpia la boca al eliminar los restos de alimentos, las bacterias y los residuos celulares. También neutraliza los ácidos producidos por las bacterias, lo que ayuda a prevenir la caries dental.
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Humectación y protección de los tejidos: La saliva humecta y protege los tejidos de la boca, incluyendo las encías, los labios y la lengua. Esto contribuye a mantener la boca cómoda y libre de irritaciones.
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Equilibrio del pH: La saliva ayuda a mantener un equilibrio adecuado del pH en la boca. Esto es importante para mantener un entorno bucal saludable y prevenir el crecimiento excesivo de bacterias dañinas.
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Facilita el sentido del gusto: La saliva ayuda a disolver los compuestos químicos presentes en los alimentos, permitiendo que los receptores del gusto en la lengua los detecten y transmitan las señales al cerebro, lo que nos permite experimentar el sentido del gusto.
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Habla: La saliva contribuye a la formación de los sonidos del habla. Sin suficiente saliva, puede resultar difícil pronunciar las palabras correctamente.
¡Qué increíble todo lo que puede hacer la saliva!