Transcripción del video
Antes eran eventos que sucedían solo una vez en un siglo, pero a medida que el cambio climático empeora, los vemos todos los años, tormentas más fuertes, inundaciones e incendios forestales, sequías interminables. Estos eventos pueden causar daños duraderos. Puede tomar años reconstruir las viviendas dañadas por inundaciones. Los agricultores, al perder cosecha tras cosecha, tienen que encontrar otra forma de vida, sus comunidades tienen que encontrar otra fuente de alimentos.
¿Cómo lidiamos con los desastres que provoca el clima aquí y ahora?
No todo está perdido. Podemos hacer algo más que sólo reaccionar ante los desastres cuando ocurren. Podemos proteger y fortalecer nuestras comunidades.
¿Cuáles son las soluciones?
Mira a tu alrededor. Durante millones de años, la naturaleza ha perfeccionado a muchas de ellas. Las raíces de los bosques sanos actúan como escudos subterráneos contra los desprendimientos, almacenan agua que erosiona las laderas y amenazaría las vidas. Tan solo media hectárea de humedales puede contener casi 4 millones de litros de agua, lo cual actúa como una esponja gigante para evitar las inundaciones. Y en las costas, un arrecife de coral saludable puede absorber el 97% de la fuerza de una ola antes de que llegue a la orilla, lo cual nos mantiene más a salvo cuando llegan las tormentas.
Sin embargo, el cambio climático no nos afecta a todos de la misma manera. Muchas de las personas más afectadas tienen menos recursos para adaptarse. Es por eso que tenemos que trabajar juntos, para desarrollar soluciones que hagan que nuestras comunidades sean más resilientes, ya sea ayudando a los agricultores a prepararse para temporadas más impredecibles o protegiendo los arrecifes de coral para que continúen salvaguardando las costas. Y cuando nos unimos a la naturaleza, nuestras vidas mejoran aún más. Restaurar el hábitat devuelve los nutrientes importantes a los suelos, crea viveros naturales donde los peces crecen y limpia el aire y el agua. La naturaleza no solo nos está ayudando a adaptarnos al cambio climático ahora, también reduce las cantidades de carbono de la atmósfera, lo que ayuda a limitar el calentamiento futuro.
Eso es fundamental porque cuando se trata de proteger a nuestras comunidades del cambio climático, cada grado cuenta, así como cada acción. Para hoy y para el mañana.