Los investigadores uruguayos estudiaron el uso de este animal por parte de los indígenas constructores de cerritos, quienes cuidaron de esta especie como recurso económico durante casi 4.000 años.
Parece ser que los indígenas del pasado, antes de la llegada de los europeos y antes de la introducción de la vaca y demás ganado, los cazaron durante al menos 3.800 años; usándolos como alimento y también para fabricar herramientas de caza y vestirse con sus pieles.
En todo ese tiempo (que seguramente se extienda miles de años hacia atrás), el venado de campo no se extinguió. De hecho, todo parece indicar que estos indígenas realizaban una “gestión exitosa” del recurso, cuidando de que no se acabara.