Parasitismo

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Volvamos a hablar de nuestros amigos los picabueyes. 

Ya vimos que trepan agilmente el dorso de sus hospedadores, donde rebuscan garrapatas, ácaros y otros ectoparásitos. Pero además de esto, también pueden beber la sangre del hospedador que consiguen a través de las heridas que producen sus picos. 

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El picabueyes rompió el pacto

En un principio, el picabueyes se alimentaba de ectoparásitos que vivían sobre su huésped, pero comenzó a beber de su sangre generando heridas que se pueden infestar y generar grandes problemas. Lo que comenzó como un mutualismo, se transformó rápidamente en parasitismo.

Esta relación consiste en una asociación en la que uno se beneficia (parásito) y el otro resulta perjudicado (huésped). Los parásitos se pueden alojar dentro (endoparásitos) como la lombriz intestinal, amibas, solitaria o fuera (ectoparásitos) como los piojos, garrapatas y pulgas.

El parasito daña y debilita al huésped haciéndolo más vulnerable a las enfermedades y a los depredadores, pero no le causa la muerte directamente, ya que de éste obtienen su alimento, un sitio para vivir y reproducirse, por lo cual si muere el huésped se verán seriamente afectados. 

¡De seguro alguna vez los piojos (parásitos) te molestaron haciéndote su huésped!

Mujer usando peine fino para quitar piojos del cabello de un niño