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Poesía y danza

El cielito o Cielo

Es el más antiguo de los bailes criollos de conjunto.

Tiene su origen coreográfico en la "Country Dance", que significa "danza de la campaña" y que antes del año 1600 predominaba en los ambientes rurales de Inglaterra. Transcurrido el tiempo, el nombre "Country Dance" es reemplazado por "Contradanza".
La "Country Dance" inglesa llega a Buenos Aires hacia 1730 y sufre un proceso de adaptación.

Ya transformada en "Cielito" adquiere personalidad propia. Con esta denominación se conoció y bailó en los grandes salones virreinales, pasando luego a los suburbios y a la campaña colonial.

Los primeros "Cielitos" fueron cantados; eran la expresión colectiva, el lenguaje de los hombres libres que inauguraron en la patria una nueva época, fue la canción precursora de la victoria. Fue compañero de los ejércitos en marcha y cantó sus glorias.
Esta danza toma el nombre del género de la poesía popular rioplatense: "Cielito".

Se cultivó en los salones cantado por los bailarines, y su letra era la misma que circulaba en las reuniones de los fogones, campamentos y pulperías, vibrando en ella la cálida atmósfera de carácter popular y el motivo patriótico.

Francisco Acuña de Figueroa, en su Diario Histórico del Sitio de Montevideo, transcribe los primeros cielitos que se le atribuyen a Bartolomé Hidalgo.

"Los chanchos que Vigodet
Ha encerrado en su chiquero,
Marchan al son de una gaita
Echando al hombro un fungueiro.
Cielito de los gallegos,
Ay! cielito del Dios Baco:
Que salgan al campo limpio
Y verán lo que es tabaco".

 

También se le adjudicaron a Hidalgo los versos que habría cantado un personaje legendario de la época del Sitio, Victoria, la cantora:

"Vigodet en su corral
Se encerró con sus gallegos,
Y temiendo que los pialen,
Se anda haciendo el chancho rengo.
Cielito de los mancarrones
Ay! cielo de los potrillos,
Ya brincarán cuando sientan
Las espuelas y el lomillo".

Y cantó también a los músicos para dictarles el compás en que debía ejecutarse su música.

Esta copla lo confirma:
"Cielito, cielo que sí,
Cielito de tres por ocho
Que se empezó a desgranar
Lo mesmo que maíz morocho".