El corazón es una estructura muscular que se contrae regularmente y mantiene la sangre en constante movimiento dentro de los vasos sanguíneos. El color azul indica la circulación de la sangre no oxigenada y el color rojo indica la sangre oxigenada.
El corazón es el principal órgano del aparato cardiovascular.
Se trata de un órgano hueco formado por tejido muscular cuyas contracciones y relajaciones generan que se bombee la sangre al resto del organismo.
Su contracción o sístole es el movimiento mediante el cual se permite que la sangre salga y sea propulsada hacia las arterias, mientras que la diástole o relajación permite que entre en él la sangre procedente de las venas.
El bombeo de sangre provoca que los nutrientes y el oxígeno obtenidos de otras funciones corporales como la respiración y la digestión lleguen a los diferentes órganos de nuestro cuerpo, así como que se liberen de los residuos de su funcionamiento (como ocurre con el dióxido de carbono, que viaja al corazón para posteriormente ir a los pulmones y excretarse con la respiración).