Transcripción del audio del video
Vivimos en una sociedad de consumo, en la que las empresas apuntan a crecer y a vender más.
Para esto, las empresas utilizan una técnica llamada obsolescencia programada.
El objetivo principal de la obsolescencia programada es garantizar que los consumidores compren los productos en múltiples ocasiones, acortando la vida útil de sus productos.
Esto incrementa naturalmente la demanda, ya que los consumidores tienen que seguir comprando una y otra vez, generando basura.
Cada año se generan en todo el mundo más de 40 millones de toneladas de residuos electrónicos, con un peso total que se duplica al de la gran pirámide de Egipto. Los grandes productores de basura electrónica del mundo son Estados Unidos, la Unión Europea y otros países como China, que cada vez generan una cantidad mayor.
Los electrodomésticos y dispositivos desechados se cargan en contenedores, se envían desde los puertos de los países desarrollados y llegan a los que están en vías de desarrollo, como Ghana. En el destino, les espera una amplia red de comerciantes, reparadores y vendedores de segunda mano, que seleccionan los aparatos, comprueban si siguen funcionando y vuelven a poner la chatarra de los países ricos en circulación en el comercio local.
Una parte considerable de los residuos de Ghana se transporta a Apoglossi, un suburbio de Acra con miles de habitantes. Allí, hombres y niños queman cientos de kilos de basura electrónica y cables para así extraer el cobre y luego venderlo. Los vapores tóxicos se elevan, contaminan el aire y luego se depositan en la tierra y las verduras, que se venden en el mercado.
Las consecuencias recaen directamente sobre los habitantes, detectándose unas cantidades alarmantes de plomo, aluminio y cobre en la sangre, orina y leche materna de los habitantes de la zona, a causa de los metales pesados de la basura electrónica.
Diversas organizaciones de Ghana, con una visión constructiva, piden un cambio en la forma en que se ve a Apoglossi, defendiendo que no es un vertedero corriente, sino una fábrica gigante al aire libre, donde cualquiera puede coger materiales desechados y darles una nueva vida. Según estas organizaciones, se debe apoyar a la gente que está trabajando allí, para así mejorar las condiciones de vida de la comunidad y limpiar el medio ambiente.
Espero que este video os haya servido para aprender cómo funciona la obsolescencia programada y también qué pasa con la basura electrónica desde que un dispositivo es desechado. Este es el último video de este canal, luego espero que mis dos videos os hayan parecido interesantes y os hayan gustado.
Esto ha sido Consumismo en la actualidad.