Los animales carnívoros son aquellos que se alimentan principalmente de otros animales.

Su dentición está especialmente adaptada para capturar, desgarrar y triturar carne.

Los dientes caninos, largos y puntiagudos, son fundamentales para sujetar a sus presas, mientras que las muelas afiladas y en forma de hoja, les permiten desgarrar la carne y romper huesos.

Esta estructura dental les otorga una gran eficacia a la hora de cazar y consumir otros seres vivos, siendo su aparato masticador una herramienta clave en su supervivencia.

La forma y disposición de sus dientes varía según la especie, adaptándose a su dieta específica y al tipo de presa que cazan.