Para comprender aún mejor, podemos visualizar el siguiente video:
Transcripción del audio del video
Por fin lo encontré.
¡Qué ganas de conocer a Salomón!
Quiere decir… ¿quieres abrir esta puerta?
Tienes que estar muy alerta.
Espera ese momento del día en que tu sombra casi ni se ve.
¿Será verdad?
Me dicen que debo pasar días hasta encontrar el templo.
También me dicen que no puedo entrar si mi sombra está tan chica que casi no se ve.
¿Y por qué será que el tamaño de mis sombras va cambiando a lo largo del día?
Para resolver este misterio, vamos a tener que investigar más sobre el movimiento aparente del Sol.
Decimos "aparente" porque en realidad quien se mueve es la Tierra.
El Sol comienza su día con el amanecer, cuando se hace visible desde la línea del horizonte.
El punto por donde sale el Sol se llama "levante".
Luego, el Sol sigue su trayectoria hasta llegar a su punto más alto, lo cual ocurre al mediodía.
A partir de este momento, el Sol comienza su descenso hasta esconderse en un lugar del horizonte llamado "poniente", donde finaliza su largo camino y el día de luz.
Este es el atardecer.
Todos los días, los puntos por donde sale y se pone el Sol, es decir, el levante y el poniente, se desplazan un poquitito.
Pero, ¿qué les pasa a las sombras durante el largo recorrido que hace el Sol en un día?
Podemos hacer un pequeño experimento para observarlo.
Para eso, vamos a construir un reloj solar casero.
En una superficie plana, colocamos una cartulina y en el centro clavamos un palito.
La sujetamos con peso en los lados para que no se mueva.
A cada hora, durante todo el día de luz, observamos la sombra que se proyecta.
Miren, la sombra se va haciendo más cortita a medida que pasa el tiempo, y luego del mediodía se hace cada vez más larga.
La fuente de luz que genera las sombras (el Sol) va cambiando de posición a lo largo del día, de modo que las sombras cambian de forma según su posición.
¡Al mediodía es el momento en que mi sombra está más corta!