¡Una buena idea es gestionar el papel para enviarlo a fábricas de reciclaje!
De esta manera, el papel viejo que ya usaron en la escuela ¡puede volver a ser nuevo!
¿Qué hay que tener en cuenta para hacerlo?
Instalar los recipientes donde vamos a clasificar los papeles para reciclar.
Identificarlos de manera clara para que nadie se confunda.
Buscar la forma de que el papel ocupe el menor volumen posible. Es mejor no arrugar el papel, si es necesario se puede rasgar.
Vaciar las papeleras y depositar el papel en bolsas o cajas. Una vez allí, aplastarlo y compactarlo para que ocupe menos volumen.
Contar con un lugar donde depositar las bolsas o cajas con el papel compactado antes de ser enviado a la fábrica de reciclaje.
Comunicar lo que se hace y cómo colaborar, así toda la escuela puede participar.
Definir responsables para toda la gestión del papel en la escuela, cómo se va a trasladar el papel que se junte y a cuál será su destino (puede ser un depósito o una fábrica de reciclaje).
Es importante tener en cuenta que según cuál sea el destino del papel, habrá ciertas condiciones para su entrega.