Por lo general, los síntomas del sarampión comienzan con fiebre que dura de 2 a 4 días seguidos.
La fiebre suele seguirse de tos, secreción nasal y conjuntivitis.
La conjuntivitis es una infección de los ojos; en ocasiones se la llama “ojo rosa”.
Comienza con un sarpullido en la cara y la parte superior del cuello que luego se extiende al resto del cuerpo.
El sarpullido abarca luego los brazos, las manos, las piernas y los pies. Puede durar entre cinco y seis días.
La persona infestada, puede contagiar desde 4 días antes, hasta 4 días después, de presentar erupciones.