"Hice los 7 años de la primaria en la Escuela Industrial Don Bosco, un año en el liceo público y cumplí los 14.
Abandoné el saloncito con 30 bancos, mapamundi, hombre anatómico y risas infantilotas... y me aturdí entre 400 telares, otros olores, otro lenguaje y otros. Otros, mitad maestros y mitad compañeros, que me enseñaron durante seis años la más difícil de las materias: La fraternidad.
Mientras tanto, con cuatro amigos, una amiga y al apoyo de algunos profesores, fundamos el liceo nocturno libre, o sea que debíamos rendir exámenes totales para oficializar el pase al siguiente curso.
Desde niño me apasionó la lectura... y las letras me fueron ganando. Comencé a escribir desde joven y con una guitarra que compartíamos entre muchos amigos y con el paso del tiempo, me fui volviendo medio cantor, medio compositor, medio poeta.
En 1967 llegué a Montevideo y me quedé trabajando en las peñas folclóricas donde cantaba mis canciones y en la biblioteca del Ministerio de Ganadería y Agricultura.
Hice un disco con cuatro canciones que pasó desapercibido, hasta que en 1969 grabé mi primer LP en el que sonaron "Pantalón cortito", "La Villa Pancha" y sentados al cordón de la vereda", a las que la gente había rebautizado. En realidad, se llaman "Chiquillada", "La Sencillita" y "A mi gente".