¿Qué creían que pasaba después de la muerte?
Los antiguos egipcios creían en la vida de ultratumba, es decir, después de la muerte. Pero para poder acceder a ella debían pasar un Juicio presidido por Osiris.
La mayoría de las tumbas incluyen imágenes referidos a ello, que denominamos "juicio de Osiris" o "juicio de los Muertos"
Ellos creían que durante el juicio se pesaba el corazón de la persona, que debía realizar la "declaración negativa de faltas".
Esa declaración implicaba recitar frases como la siguiente:
"No hice padecer hambre. No hice llorar. No maté. No di orden de matar. No causé dolor a nadie".
El corazón era pesado en una balanza, y como contrapeso se encontraba la pluma, una representación de la diosa Maat, de la justicia.
Si el corazón resultaba más pesado de que la pluma, la persona era culpable, y no podría continuar el camino y su corazón sería devorado por Ammyt.
Si pasaba el juicio, creían, podría vivir eternamente.
En el siguiente video hay más detalles de cómo creían los egipcios que era ese juicio.
Transcripción del video
Al morir los egipcios debían someterse a
un juicio ante un tribunal presidido por
Osiris y constituido por 42 deidades.
El difunto era conducido por la diosa
del occidente hacia la entrada del
inframundo, donde tenía lugar el pesaje
del corazón.
La balanza estaba montada
en un platillo, se depositaba el corazón
y era contrapesado con Matt, la diosa de
la justicia, situada en el otro platillo.
El difunto debía recitar las confesiones
negativas recogidas en el capítulo
del libro de los muertos:
"Yo no he cometido inequidad contra los
hombres, yo no he tolerado ver el mal.
yo no he blasfemado contra Dios, yo no he
matado ni he ordenado matar, yo no he
privado al ganado de sus hierbas, yo no
he regateado los alimentos a los templos."
Una vez recitadas, Anubis el dios con
cabeza de chacal levantaba el brazo para
detener el fiel de la balanza,
el dios Tot tomaba su paleta de escriba
para anotar el veredicto y declaraba la
inocencia o la culpabilidad de la
persona juzgada.
Osiris había seguido el drama acompañado
por su esposa Isis.
Frente a él su hijo Horus con cabeza de
halcón le indicaba el resultado y Amit
la devoradora de corazones con cabeza de
cocodrilo esperaba para saber si el alma
estaba condenada.
Si el veredicto era negativo, el corazón
del difunto era arrojado a Mitt y su
memoria borrada.
Pero si el difunto era reconocido como
justificado viviría eternamente