Las dos caras de la globalización
TEXTO 1: Una aldea desigual
“Cada país tiene sus excluidos o sus desheredados de la comunicación que solo raramente participan de la elaboración de los contenidos de la información y que apenas tienen acceso a los grandes medios de comunicación para dar a conocer sus opiniones y presentar sus problemas.
Se abre así una brecha entre quienes están superinformados y quienes no lo están, al mismo tiempo que se agrava el desequilibrio entre emisores y receptores de la información.
Hoy se reconoce ampliamente la necesidad de sacar a los países en desarrollo del estado de dependencia en que se hallan en materia de comunicación: el 80% provienen de los países industrializados, y sólo del 10 al 30% conciernen a los países en desarrollo.
Tal desequilibrio prolonga el que se observa en materia de distribución de libros o de programas de radio y de televisión.
La perpetuación de tales disparidades tiene graves consecuencias económicas, políticas, sociales y culturales para los países más pobres; además constituye un obstáculo entre los pueblos y para el progreso de la comprensión internacional.
En efecto, los países dotados de gran capacidad de producción y difusión suelen tender a ignorar las demás culturas o sólo conocen de ellas los aspectos pintorescos o anecdóticos; y los mensajes de los países industrializados transmiten a menudo a los países en vías de desarrollo una imagen de sí mismos simplificada, y a veces mutilada e incluso inexacta.
Se perpetúan así y a veces se refuerzan, toda clase de clisés y de etnocentrismos (…)”
Fuente: Correo de la UNESCO
TEXTO 2: La revolución tecnológica y la globalización
“La rapidez y profundidad de los cambios tecnológicos ocurridos en los años noventa convenció a muchos historiadores de que se estaba ante una tercera revolución industrial.
Estas transformaciones se dieron en sectores incipientes en la década del setenta, fundamentalmente en las áreas de componentes electrónicos y tecnología digital.
La aplicación de estos hallazgos a las comunicaciones y al procesamiento de la información permitió generar nuevos conocimientos que revolucionaron la economía y la ciencia.
Se inventaron derivados de los plásticos como la fibra de vidrio o materias primas para semiconductores, microprocesadores y equipamiento médico, que ampliaron el desarrollo de estos campos.
A raíz de las interrelaciones de ciencia y técnica se constituyó un sistema único entre ellas como nunca antes en la historia. Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación permitieron la interconexión simultánea en todo el planeta.
En la economía, las trasnacionales organizaron sus procesos de producción y distribución en lugares muy distantes entre sí, según fueran los costos. Incluso un mismo producto podía elaborarse en diferentes países.
De las grandes plantas industriales se pasó a unidades más pequeñas, con capacidades de adaptación según las circunstancias”.
Fuente: Historia 3 (Mundo, América Latina y Uruguay 1850-2000)