La matemática se presenta como una disciplina que no solo se ocupa de los números y las operaciones, sino que también establece conexiones con otros campos del conocimiento y promueve el desarrollo de habilidades de pensamiento lógico.

Además, a través de sus teorías y aplicaciones, busca ofrecer soluciones a problemas prácticos y teóricos.

A diferencia del lenguaje común, el lenguaje matemático es conciso y exacto, y su objetivo es eliminar la ambigüedad.

Por ejemplo, en lugar de describir verbalmente una relación o un proceso, se utilizan fórmulas y ecuaciones que permiten comprender, a simple vista, la esencia de un problema.

Además, este lenguaje también evoluciona con el tiempo, como lo muestra la historia de la adopción de los números árabes y las notaciones algébricas.

Sin importar el idioma que hable una persona, el lenguaje matemático tiene la particularidad de ser universal, facilitando la comunicación de ideas y conceptos abstractos en todo el mundo. 

Por eso, este lenguaje es clave para el avance de la ciencia y la ingeniería, ya que puede expresar conceptos abstractos y complejos de manera clara y manejable.