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Considerado el Edgar Allan Poe latinoamericano, Horacio Quiroga pudo mostrar en un cuento corto una triste y trágica historia de amor en la que la indiferencia ante el matrimonio termina de la peor manera posible.
Pero la realidad es que hay mucho simbolismo escondido entre las pocas páginas del almohadón de plumas.
El amor y la muerte se entremezclan en una trama sencilla pero agobiante, en la que el autor, mediante un cuento de terror, narra la ansiedad del amor, la idealización del matrimonio y la impotencia de un hombre que pierde poco a poco su mujer sin saber por qué y sin saber cómo evitarlo.
El almohadón de plumas es un cuento corto pero tenebroso, basado en la historia de una pareja de recién casados que vivieron una experiencia tan extraña como trágica.
Esta pareja, casada en abril, estaba conformada por Alicia y Jordán.
Alicia era una mujer tímida pero amable y muy simpática.
No ocurría lo mismo con Jordán, que era un hombre terco y de mal carácter.
Las ilusiones de Alicia se desvanecían poco a poco por culpa de la actitud de su marido.
Los sueños de niñas sobre cómo sería un matrimonio fueron asesinados por la realidad.
Sin embargo, aunque Alicia temía a Jordán por lo malhumorado que regresaba siempre del trabajo, también lo amaba y quería seguir con él.
Jordán, por su parte, también amaba Alicia con locura, aunque a veces costaba creerlo porque nunca se lo decía.
Durante tres meses su matrimonio fue feliz, aunque Alicia deseaba que Jordán tuviera un mejor carácter y le expresase sus sentimientos más a menudo.
Ella se encargaba de decirle continuamente a Jordán que le quería e intentaba demostrarle su amor, así como expresar sus sentimientos, aunque Jordán parecía no hacer mucho caso a Alicia.
El hogar donde convivían comenzó a convertirse en una extensión de lo que Alicia sentía en realidad.
En la parte de atrás había una habitación muy silenciosa, pero que parecía sacada de un palacio porque estaba repleta de estatuas.
Las paredes de la casa, aunque no estaban agrietadas, eran muy frías y al atravesar las habitaciones retumbaba un eco que hacía parecer que la casa estaba abandonada.
Ya que la vida matrimonial era decepcionante para Alicia, solía pasarse los días durmiendo hasta que Jordán llegaba del trabajo.
Dormía en una cama donde apoyaba su cabeza en un imponente almohadón de plumas, cómodo y suave.
Sin embargo, desde que decidió descansar más, adelgazó mucho y cada día empeoraba más y más.
Un día, para animarla, Jordán decidió llevarla al jardín, pero Alicia observaba con la mirada perdida mientras Jordán intentaba consolarla sin éxito.
Al acariciar su cabeza para tener un gesto dulce con ella, Alicia rompió a llorar desconsoladamente y cuanto más acariciaba su cabeza, más fuerte lloraba Alicia.
Desde ese instante que estuvo fuera de la cama, Alicia languideció.
Por ello, Jordán llamó a un médico que le mandó reposo hasta descubrir el motivo de su enfermedad, ya que no comprendía por qué Alicia perdía tanto peso si comía bien y estaba sana.
Pero Alicia, recostada en el almohadón de plumas, empeoraba por momentos y el médico, creyendo que se trataba de anemia, perdió toda esperanza.
Pasado un tiempo, Alicia murió.
Cuando se llevaron su cadáver, la sirvienta de la casa limpió su habitación.
Durante esa limpieza se percató de que el almohadón de plumas tenía manchas de sangre, así como algo extraño en la parte en la que Alicia había estado apoyando su cabeza y llamó a Jordán.
Fue así como descubrieron que dentro del almohadón había un parásito aterrador, de aspecto monstruoso, que había estado succionando la sangre de Alicia durante todo este tiempo hasta matarla.
Horacio Quiroga solo necesita un breve cuento para aterrorizarnos con una historia que comienza con el amor y termina trágicamente con la muerte, un tema muy común en sus trabajos.
Tras su apariencia sencilla, el almohadón de plumas nos cuenta cómo un amor mal expresado nos puede succionar las ganas de vivir.
A través de diferentes simbolismos se cuenta la historia de dos jóvenes enamorados que querían amarse, pero no sabían cómo.
Esto puede verse en la casa en la que viven, un enorme edificio similar a un palacio y, sin embargo, frío y silencioso.
Lo mismo ocurre con el amor entre Alicia y Jordán, su amor es inmenso pero frío y distante.
El otro gran simbolismo es la propia Alicia, desvaneciéndose poco a poco.
Aunque al final de la historia sea por culpa del monstruoso parásito, esta no es sino una metáfora de cómo una relación en la que no se muestra amor ni aprecio nos puede llegar a matar.
Esto se comprueba en la escena en la que Jordán acaricia la cabeza de Alicia y ésta rompe a llorar, que tiene dos lecturas.
Bien puede llorar porque le hace daño, ya que es donde el bicho ha estado succionando o porque la muestra de afecto de Jordán es tan repentina y extraña que Alicia cede ante las emociones.
Alicia se deja llevar por una enfermedad que la está matando, pero no le importa.
Ella ya estaba muerta por dentro, solo se aferra a su esposo como ocurre cuando va al jardín y toma su brazo, pero no se relaciona con nadie más aparte de él.
De hecho el médico no encuentra cura para su enfermedad porque se trata de una suerte de anemia emocional.
Alicia no quiere vivir, por eso no lucha contra su creciente enfermedad porque Alicia se ha convertido en una mujer encerrada en sí misma que depende de su marido.
El almohadón de plumas es una triste historia sobre la muerte, sobre todo la muerte interna del alma, la muerte de una persona que no tiene fuerzas para vivir y se convierte en un ente.
Igual que el parásito succionaba la sangre de Alicia, su matrimonio con Jordán succionaba sus sueños y su felicidad.
Es así como el autor dibuja a una mujer sumisa que, incapaz de alzar su propia voz, se deja arrastrar por la tristeza hasta la muerte.
En este cuento sólo encontramos dos personajes principales, Alicia y Jordán.
El resto de personajes son secundarios, siendo también muy pocos, consistiendo en la sirvienta, el médico y el bicho monstruoso que mata Alicia.
Alicia es la esposa de Jordán, una mujer tímida pero agradable a la que le gusta demostrar a Jordán constantemente lo mucho que le quiere, aunque le tema.
Atractiva y jovial, al mudarse con su esposo a su nueva casa, comienza no sólo a perder sus ilusiones por la vida matrimonial, sino también a adelgazar de forma misteriosa.
Durante la historia se sumen una enfermedad cada vez más grave y agonizante hasta morir.
Jordán es el esposo de Alicia, se trata de un hombre de carácter duro, áspero y malhumorado.
Aunque no lo demuestren ni se lo digan, la realidad es que en el fondo quiere con locura su esposa Alicia y se preocupa mucho por ella, por su salud y por su felicidad.
De hecho, aspira a formar con ella una hermosa familia y vivir todos felices en su nueva casa.
Los personajes secundarios son el médico, un doctor que visita a Alicia para descubrir el porqué de su pérdida de peso, ya que se alimenta bien y parece sana.
Finalmente interpreta que Alicia tiene una anemia a la que no sobrevivirá.
La sirvienta, una sirvienta que trabaja en la casa, al fallecer Alicia se encarga de limpiar su cuarto y su cama y es en ese momento cuando descubre algo terrorífico en el almohadón de plumas.
El parásito, un extraño bicho de aspecto aterrador y monstruoso que, escondido en el almohadón de plumas, succiona la sangre de Alicia hasta matarla.
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Nos vemos en el próximo resumen.