Antiguamente, se denominaba “bañado” a la superficie cubierta de vegetación emergente o flotante que permanece inundada gran parte del año o todo el año. Estas tierras por mucho tiempo fueron consideradas sin valor económico (no cotizables) y sin valor ecosistémico, sino que por el contrario, poseían una connotación de tierras improductivas.
Hoy en día, pasaron a denominarse Humedales, un concepto mucho más amplio y que engloba la gran diversidad que supone este tipo de ambientes. Los humedales determinan biomas que conservan inmensos reservorios de diversidad biológica. Y esta enorme diversidad es lo que le confiere la gran importancia ecosistémica que poseen los mismos. Antiguamente se vendían o arrendaban como “campos o terrenos inundados”