Un relato
El expedicionario Martín del Barco Centenera arribó a la isla de San Gabriel (frente a Colonia del Scaramento) junto a Ortiz de Zárate en diciembre de 1573.
Tras su viaje, publicó en Lisboa un relato sobre la conquista del Río de la Plata y el combate con los charrúas, comandados por el cacique Zapicán.
Allí afirma: "El Çapicano exercito venía con trompas bozinas resonando...Los bárbaros a vista se llegaron con trompas y bocinas y atambores, hundiendo todo el campo y rededores." (Historia de la música en el Uruguay, L. Ayestarán).
Los misioneros que tuvieron a su cargo aquellas tribus sometidas a la cultura del conquistador relatan en sus crónicas que las trompas y bocinas estaban fabricadas con corteza de árboles, hojas arrolladas y cuernos de animales, presentes en nuestro territorio a partir de la llegada de la ganadería.
Por su parte, los tambores eran troncos de árbol hueco que se percutían con palos.
En comunidades guaraníes de costumbres similares a las que habitaron las zonas platenses también se utilizaron silbatos construidos con diversos materiales:
- caracoles pequeños,
- trozos de ramas de árbol,
- barro seco,
- piedras, etc.
En el siguiente audio podrás escuchar el sonido de trompas, bocinas y silbatos construidos por los grupos Guidaí y Basquadé con materiales similares a los que disponían los pueblos indígenas:
Audio: sonido de trompas y silbatos
Los colonizadores españoles denominaban "atambores" a los tambores indígenas construidos con troncos de árbol ahuecados de forma natural por termitas, sin membrana y que se percutían con dos palos.
En el siguiente audio podrás escuchar el sonido de troncos de árbol hueco producido por los grupos Guidaí y Basquadé:
Con tu grupo de clase, organizado en equipos de cuatro o cinco compañeros, analiza los sonidos de estos instrumentos:
¿qué acción los producirá (golpe, soplo, otra)?,
¿distingues sonidos agudos y graves, fuertes y suaves, largos y cortos?