Las cenizas de los volcanes que se desprenden durante las erupciones son fragmentos de roca que tienen un tamaño menor a 2 mm.

Estas cenizas suelen estar calientes en las inmediaciones del volcán, pero se enfrían cuando caen a mayor distancia.

Pueden representar un gran peligro tanto para la salud como para los vuelos aéreos.

Observemos el presente video sobre los riesgos:

Evitar la exposición a eventuales columnas o nubes de ceniza, minimizando las actividades al aire libre.

Ante la presencia de las mismas, cerrar aberturas, ventanas y puertas para prevenir el ingreso de cenizas al domicilio y demás locales de uso público.

En caso de trasladarse por calles o carreteras, se debe extremar precauciones por la disminución de la visibilidad, cumpliendo con las normativas y recomendaciones de los organismos competentes.

Otras medidas importantes a tener presentes:

Es el uso de anteojos para sol lo más envolventes posible y evitar exponerse al aire libre por mucho tiempo.