El resultado de un largo proceso
Las sociedades americanas presentan diversas formas de vida y costumbres.
Esta diversidad se aprecia tanto en las actividades que realiza cada grupo social, como en sus modos de adaptarse al medio y la manera en que manifiesta sus estados de ánimo y expresa su pensamiento.
La diversidad cultural se presenta en territorios definidos donde conviven grupos con tradiciones culturales diferentes.
Pero esa convivencia no siempre es armoniosa sino que, como en otros aspectos de la vida social, es compleja e incluye tanto situaciones de equilibrio como de conflicto .
Las distintas manifestaciones culturales en América son producto de una larga historia que se inició cuando los primeros americanos —los pueblos originarios— se asentaron en diversos territorios e idearon estrategias de producción y de organización social.
Posteriormente, durante el proceso de la conquista y colonización, se incorporaron nuevos grupos étnicos (europeos, africanos), con los que se inició un proceso de mestizaje al emparentarse con la población nativa.
Este proceso se fue volviendo más complejo en la etapa de formación de los Estados nacionales con la llegada de otros grupos: italianos, ingleses, franceses, suizos, alemanes, rusos, sirios, libaneses, chinos y japoneses, entre los más numerosos.