Observemos con atención el siguiente video e identifiquemos elementos visuales que predominan en sus obras, su técnica y lo que te comunica.
Transcripción del video
A 50 años de la dictadura militar, el Museo Blanes se propuso exponer la obra de Linda Kohen, motivados por tres razones: su arte, sus exilios y su condición de mujer artista.
La obra de Kohen, presenta una iconografía poderosa, que lleva al espectador a enfocarse en los conflictos que se descubren en sus pinturas: los exilios, los viajes y en consecuencia, las soledades, que los primeros pueden ocasionar.
Todo en su obra, sugiere un mundo de ausencias, sus cuadros presentan camas y sillas vacías, espacios desolados y personas solitarias. Objetos de la vida cotidiana que son testigos de esas partidas.
La propia artista, se refiere al sentido de su obra: la soledad, la muerte y el exilio. La ruptura con el lugar de origen y la sensación de desarraigo.
El espacio y el tiempo en la obra de la artista está presente, ella transmite la idea de lugares que han quedado vacíos y en silencio, de personas que partieron.
Este tiempo presente en la obra es casi cinematográfico, permitiéndonos adentrarnos en ella y seguir el recorrido que la artista propone o también imaginar los recorridos de destino incierto que estas personas han tenido que hacer.
El lenguaje austero y despojado de la artista contribuye a una experiencia visual intensa, de atmósferas logradas con paletas de colores restringidas y con pinceladas bien definidas, potentes, importantes, cuestionadoras, que nos interpelan.
Más allá del mero disfruto estético, la muestra del Linda Kohen se puede visitar en el Museo Blanes de 19 a 21 horas.
Uso de elementos visuales
En la obra de Linda Kohen podemos observar el uso de elementos visuales tales como: líneas, colores, planos y texturas
La línea se encuentra muy presente en las representaciones de la artista, la usa como contorno para definir los objetos, a partir de un trazo grueso. La usa además para definir la profundidad espacial, con líneas inclinadas que concurren a un punto de fuga. En sus obras se observan líneas curvas, y rectas, dependiendo de lo que la artista este representando.
El uso de planos también es muy recurrente. Utiliza la superposición de planos para dar la sensación de profundidad. En la gran mayoría de sus cuadros dominan planos rectangulares o cuadrados, que son utilizados para configurar el espacio como techos, paredes, pisos, puertas o ventanas. En otras ocasiones la artista hace uso de estos planos para generar representaciones de objetos como sillas, mesas, documentos, maletas, camas, etc.
En relación al color, la paleta de la artista tiende a ser baja. Utiliza tonalidades grisáceas, amarronadas, blancos, ocres, o colores con mucha mezcla de blanco, por lo que resultan tonalidades poco saturadas. En ocasiones, utiliza colores saturados, como el rojo, que resaltan con respecto al resto.
En cuanto a las texturas, predominan planos impolutos, limpios, lisos, aunque en ocasiones genera texturas visuales a través de la pincelada que aporta cierta sensación de rugosidad, y volumen.
Técnica
En muchas de sus obras, la técnica que utiliza es el óleo. Para ello, realiza la dilución de pigmentos en aceite de linaza y trementina, generando una pintura ligera que le permite marcar trazos, e incorporar menos carga de pintura sobre el soporte, generando superficies poco empastadas, más limpias.
Aspectos connotativos
Las obras de Linda Kohen conservan un halo de misterio que las caracteriza.
La ausencia, el exilio, la soledad, espacios habitados, espacios cotidianos, memoria y melancolía, son algunos de los conceptos que pueden asociarse a la narrativa que la artista genera en sus producciones.
Sus representaciones marcan aspectos de su personalidad, a través de una narrativa íntima, en las que se mezclan la soledad, la ausencia, el desarraigo, y el exilio, todas vivencias personales que marcan la vida de la artista.
La melancolía, se convierte así en un eje transversal de toda su obra, que plasma en la representación de los espacios cotidianos: objetos, cuartos, camas, caminos y paisajes, entre otros.
La obra de Linda Kohen invita al espectador a un viaje al mundo interior de la artista, pero también a una reflexión personal sobre la interioridad personal. Invita serenamente a mirar alrededor, los objetos, la cotidianidad, con una mirada extraña sobre lo simple, para desentrañar profundos sentidos en lo que nos es tan cercano.