Transcripción del audio
Hoy voy a contarte una historia de un señor que tenía un apellido rarísimo.
Se llamaba señor múltiplo.
Toda su vida estaba condicionada con el número 3.
Por ejemplo solamente tomaba un ómnibus cuyo número fueron múltiplo de 3 y si no podía llegar a su destino de esa manera hacía tantos trasbordos como fuera necesario.
Cuando tenía que pagar una cuenta, el importe también tenía que ser un múltiplo de 3, y si no lo era pagaba de más.
Un día este señor múltiplo estaba cenando en un restaurante y se distrajo cuando pasó a su lado una hermosa señorita a la que se le cayó el pañuelo, él se levantó rápidamente de su asiento y se lo entregó.
Ella sonriente le dio las gracias y le preguntó con quién tengo el gusto.
"señor múltiplo para servirla" contestó él.
"Encantada, yo soy la señorita 5 ¿desearía sentarse en esta mesa conmigo?" preguntó ella.
Titubeó y le preguntó al mozo ¿Qué número tiene la mesa de este señor?
"15" contestó el mozo.
Entonces ella, sonriente, le contestó al Señor múltiplo, "acepto su invitación".