El sonido puede alcanzar niveles en los que no solo se vuelve molesto, sino que puede afectar la salud.

El ruido se mide en decibeles (dB). A partir de 80 decibeles nuestra salud se ve afectada.

El trueno presenta un nivel de presión sonora de 130, la bocina de un auto de 120 al igual que el despegue de jets, un martillo neumático de 110 al igual que un concierto de Rock. El reloj despertador presenta una presión sonora de 80, al igual que el secador de cabello, y un restaurante ruidoso 70, lo mismo que el tránsito en una autopista o una oficina de negocios.
El aire acondicionado una presión sonora de 60, al igual que una conversación normal. Un living, dormitorio u oficina tranquila una presión sonora de 40 y una biblioteca o un susurro a 5 metros, de 30.
Así un trueno genera un máximo esfuerzo vocal, el sonido de un aire acondicionado o conversación nomal es intrusivo.