La línea es una sucesión de puntos o, lo que es lo mismo, un punto en movimiento.
Además de ser un instrumento con el que delimitar formas y describir contornos, las líneas pueden usarse como un recurso expresivo cuando se saben explotar sus matices y asociaciones. De ahí que suela mencionarse como uno de los elementos estructurales básicos del arte.
La información visual de una línea cambia según las características del trazo, su grosor y saturación dependiendo de la herramienta, la superficie y la presión que se aplique o el tipo de líneas que predominan en la composición y organización de una obra de arte.