En el juego anterior aparecieron algunas operaciones que eran iguales a un número de dos cifras terminado en cero como 30, 40, 50, 60.
Por ejemplo:
18 + 22 = 40
Sin embargo, ninguno de los números que se sumaban (18 y 22) terminaban en cero.
¿Qué puede haber ocurrido?
Carla opina:
A 18 le falta poquito para 20, le faltan dos! Y el 22 se pasa del 20 por 2.
Si le saco dos al 22 y se los pongo al 18 es lo mismo que hacer 20 + 20.
Su amiga Emilia le dice que también se puede pensar al revés:
Si saco 8 del 18 y se los pongo al 22, sería como hacer 10 + 30 que también es 40.
Pensando en eso se ponen a jugar a encontrar otras sumas que también sean iguales a 40.
18 + 22
20 + 20
10 + 30