Punto de partida
En la naturaleza existen una gran variedad de elementos químicos que rondan libremente en nuestro medio como por ejemplo: el oxígeno, el gas que respiramos minuto a minuto para mantenernos vivos, y el nitrógeno, otro gas que está presente abundantemente tanto en el aire como en las plantas y suelos.
Existen diversos elementos químicos que se usan en la vida cotidiana, como por ejemplo: oro, plata, cobre, hierro, flúor, plomo, aluminio, litio, entre muchos otros ..
Ahora, ¿dónde podemos ver todos los elementos conocidos? En la Tabla Periódica de los elementos.
Aquí, aprenderemos más sobre ella. Comencemos...
Evolución
Para conocer sobre la historia y evolución de este instrumento te invitamos a observar el siguiente vídeo:
Transcripción del audio del video
La tabla periódica, tal como la conocemos hoy en día, es el resultado de las contribuciones de diversos científicos a lo largo del tiempo. Gracias a sus investigaciones, fue posible integrar y organizar los elementos químicos.
En el siglo XVII, Robert Boyle estableció el concepto moderno de elemento. Señaló la existencia de ciertas sustancias elementales que, al combinarse, formaban otras, y las llamó elementos.
En 1790, el francés Antoine Lavoisier recopiló una lista de 33 elementos, algunos de ellos tan conocidos como el oro, la plata, el carbón y el oxígeno.
En 1830, el sueco Jacob Berzelius propuso una manera de nombrar los elementos químicos usando símbolos basados en sus nombres en latín. La primera letra debía escribirse en mayúscula y, en algunos casos, se añadía una segunda letra en minúscula.
A mediados del siglo XIX, Stanislao Cannizzaro propuso un método para calcular las masas atómicas de los elementos químicos y los ordenó de menor a mayor según dicha masa.
Johann W. Döbereiner organizó los elementos en grupos de tres, llamados tríadas. Cada tríada estaba formada por elementos con propiedades químicas semejantes y masas atómicas relacionadas.
En 1864, el inglés John A. Newlands propuso una nueva forma de organizar los 56 elementos conocidos en ese momento. Observó que, al colocarlos en orden creciente de masa atómica, cada octavo elemento tenía propiedades similares al primero. A esta repetición la llamó ley de las octavas.
En 1869, el ruso Dimitri I. Mendeléiev publicó una tabla con 63 elementos, organizados en orden creciente de sus masas atómicas, pero respetando las similitudes entre sus propiedades. Además, dejó espacios vacíos para elementos que aún no se conocían y predijo varias de sus propiedades físicas y químicas, incluso propuso nombres para ellos.
En 1912, el británico Henry G.J. Moseley, a partir de sus estudios sobre el protón, concluyó que ningún elemento tenía el mismo número de protones (cargas positivas). Observó también una repetición periódica de las propiedades físicas y químicas conforme aumentaba el número atómico. Por eso, el número de protones (número atómico) se tomó como base para organizar los elementos en la tabla periódica.
Actualmente, la tabla periódica está diseñada de acuerdo con el número atómico y la configuración electrónica de los elementos. Está organizada en 7 filas llamadas períodos y 18 columnas llamadas familias o grupos.
Existen 118 elementos químicos, aunque algunos de ellos han sido creados artificialmente por el ser humano.