Para entender la paciencia, la voluntad y el heroísmo de Mandela tendríamos que recurrir a aquellas historias heroicas que contaban nuestros abuelos donde los personajes principales eran sometidos a grandes sacrificios hasta alcanzar el triunfo y destruir a sus enemigos... pero esas eran solo leyendas; lo de Mandela fue una realidad que tuvo que sufrir y superar para luego triunfar y, finalmente, ayudar, y dejar su país y hasta el mundo mucho mejores de cómo los encontró.

¿Quién es Nelson Mandela?

Rolihlahla Dalibhunga Mandela, conocido en su país como Madiba, nació el 18 de julio de 1918 en Mvezo, Umtata, Sudáfrica, en el seno del clan Madiba de la etnia Xhosa, uno de los trece hijos del Consejero de la casa real Thembu.

Huérfano desde los 9 años fue criado por su padrino y regente de la tribu Thembu, por lo que recibió la educación de un vástago de la realeza Xhosa.

Su maestra de primaria fue una misionera británica de una misión metodista, que lo bautizó con el nombre de Nelson, el cual adquirió validez a efectos legales y siendo sudafricano adoptó el nombre de Nelson Mandela.

Luego estudió derecho en la Universidad de Witwatersrand, donde se graduó, en 1942, como abogado.

Se opuso firmemente y combatió el apartheid, la política de segregación racial que sufría Sudáfrica.

Así, fue encarcelado durante 27 años cumpliendo una condena que era de por vida, en celdas de Robben Island y Portsmouth, por defender la igualdad entre la población de su país.

Tras su liberación en 1990, trabajó en conjunto con el entonces presidente de Sudáfrica, Frederik Willem de Klerk, liderando las negociaciones para conseguir una democracia multirracial en Sudáfrica, cosa que se consiguió en 1994, con las primeras elecciones democráticas por sufragio universal.

Por su trabajo en conjunto, tanto Nelson Mandela como Frederik Willem de Klerk recibieron el Premio Nobel de la Paz de 1993. Posteriormente Mandela ganó las elecciones y fue el primer Presidente negro de Sudáfrica en ser elegido democráticamente desde 1994 hasta 1999.

Además del Premio Nobel de la Paz, Mandela recibió durante cuatro décadas más de 250 premios y reconocimientos alrededor del mundo.

Es un revolucionario, uno de los llamados inadaptados, un atrevido que levantó la voz para defender la libertad de los hombres y las mujeres de su país.